jueves, 13 de noviembre de 2014

DÍA 60: 31/ 10/ 2014 Cerdanyola del Vallès (San Ramón)



Llega el día 31 de octubre y con él el día de los Muertos en medio mundo, todos los santos en España y la castañada en Cataluña. Llega también esa fiesta estadounidense que todo lo conquista: Halloween. Pocos saben que dicha fiesta tiene origen mas cerca de nuestra tierra de lo que creen. EE.UU no tiene ni tres siglos de historia y es algo que conviene recordar. Halloween nació de ciertas tradiciones celtas que evolucionaron hasta lo que hoy conocemos, si no me equivoco. Tampoco pretendo convertirme ahora en historiador. Si que he de reconocer que los tintes de colonialismo Yanki que cada vez mas va adquiriendo no me gustan en absoluto. Quizás por ello bajo con poco animo a tocar, pero bajo. Antes me ha tocado ir hasta San Cugat a buscar una armónica en C (do) ya que la semana pasada dijo basta. Seguramente con un kit de reparación para armónicas y algo de destreza podría arreglarla pero carezco de ambas cosas así que me decanto por comprar una nueva. Ayer me lance en bici hasta el Baricentro, para lo cual tuve que pedalear un buen trecho, pero fue en vano ya que tenía en todos los tonos menos en C. Tuve la opción de comprar una de mejor calidad pero valía 50€ y se escapaba de mi presupuesto aparte que para como toco... no necesito tanta calidad. Siempre compro  la Honer Blues Harp Ms o la Marine Band, armónicas típicas y clásicas que poseen, bajo mi opinión, la mejor calidad precio. Son buenas, no son de juguete, grandes armonicistas como Little Walter las utilizaban y son baratas. Por los 25€ que vale el dependiente solo me puede ofrecer una Pocket. La armónica me hace mucha gracia. Pequeña y bonita estoy tentado de cogerla pero algo tan pequeño es muy difícil de tocar con el bozal así que me voy de la tienda con las manos vacías. Al salir hoy del trabajo, como iba diciendo, me lanzo en bici y acompañado de Boogie hacia Sant Cugat. En la tienda sufro al ver rebuscar entre un montón de armónicas al dependiente pero finalmente saca una y dice "¡la ultima!". Menos mal, sino el fin de semana hubiera sido muy distinto. Aparte de comprar la armónica me fijo en una pequeña batería de niño que tienen en el aparador y le pregunto, por curiosidad, si venden el bombo suelto. El dependiente me dice que no pero que casualmente tienen otra exactamente igual que no la pueden vender. El bombo esta un poco abierto por donde se coloca el parche y como hace mucho tiempo que la compraron el distribuidor no quiere cambiársela. Me dice que si no me importa que este un poco roto me lo deja barato con pedal y todo. Cerramos el precio en 25€ pero como estamos a final de mes y no tengo dinero me llevo solo la armónica y dejo encargado el bombo. Vuelvo a casa, cargo los trastos y llego bastante cansado a la San Ramón. 

El cansancio también influyen negativamente en mi animo. Empiezo a tocar mientras pasan por delante mio decenas de niños disfrazados. En parte el éxito de Halloween es mas que lógico. Que niño quiere comer castañas y boniatos e ir a ver lapidas a un cementerio a ver a quien muchas veces ni conocieron cuando puede disfrazarse y hartarse a caramelos. Empiezo pobre. Toco desganado y eso se nota. Improviso algunas cosas y no doy pie con bola. Cierro los ojos y prácticamente no los abro en todo el rato. Estuve mucho rato tocando y quizás pasaron cosas extraordinarias pero yo no las vi. Poco a poco, por suerte, mi música fue mejorando. Pase a los temas de siempre y aunque no fue mi día mas glorioso me acabe defendiendo. Paso mi primo con su novia y me saludo de pasada ya que yo estaba soplando mi armónica nueva y no podía hablarle. Cuando volvió a pasar de vuelta si que se paro y me echo en el bote. En el momento no vi el que porque el Boogie se puso nervioso al ver a otro perro y me había girado con la intención de calmarlo y que no saliera corriendo arrastrándome con la silla. Me despedí de mi primo y seguí tocando con los ojos cerrados. Hacía el final de la actuación empiezo a escuchar que me llaman desde una ventana. Una señora parece que se queja aunque no entiendo muy bien. No me gusta molestar pero me quedan tres canciones y quiero tocarlas. Si me quedaran mas me movería hacia otro lado pero solo para tres canciones me da pereza. Hago caso omiso a los "Shhhhttttt ¡Niño! ¡Eh! Shhhtt! ¡Niño!" y trato de acabar mi actuación enlazando rápidamente una canción con otra para no tener que responder a la pobre señora que no parece muy simpática. Aparece el hijo de Jacinto de la Tía Felipa. No conozco a Jacinto personalmente y no me gusta hacer publicidad de ningún sitio pero pocos sitios hay como la Tía Felipa. Cada fin de semana hay conciertos y con el blues de mas alto nivel por el precio de las cervezas que te bebas. Y Blues de verdad no la aberración pordiosera que yo practico y de la cual por ende estoy orgulloso. Un pequeño bar que me gustaría mas frecuentar pero que el tocar en la calle me impide muchas veces. Lastima no poder estar en dos sitios a la vez. A Jacinto no lo conozco pero su hijo se ha parado varias veces a escucharme y alguna vez me ha dicho que me pase por la Jam que antes se hacia y desconozco y si ahora también los miércoles. Parece un buen chaval y se nota que a mamado el blues desde la cuna. Incluso toca en la banda que lidera su padre. El chaval se va y al poco yo finalizo y, como siempre, recojo y me voy. Como he estado toda la tarde con los ojos cerrados tenia la sensación de que el bote pesaría poco pero no es así. Hay un billete de 5€ que estoy seguro que es de mi primo. 28,51 en monedas y dos caramelos. Vuelvo a casa sorprendido y sin explicarme cuando ha caído tanto dinero.

¡¡¡Nos vemos en las  esquinas!!!

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