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Llega el viernes y decido repetir en el puente peatonal que cruza a Ripollet desde Cerdanyola, esta vez con menos frío y mas luz que la vez anterior. Llego, monto y empiezo. Llevo la caja de madera que utilizo de percusión con los pies y la silla a parte de, como siempre, la guitarra, la pandereta y el juego de armónicas por lo que el camino se me ha hecho un poco largo y pesado.
Empiezo la primera canción y al poco pasa un pequeño grupo de irreductibles punkis ripolletenses dirección al concierto de La Urss, Leonor SS y Sect. Oscar entre otros me saluda pero siguen caminando rápidamente hacia un tren que imagino pasara en breves. Quisiera ir al concierto pero tengo que tocar. Este mes es complicado y por lo que parece cada mes lo sera mas. Quisiera disfrutar de tocar despreocupadamente pero lo cierto es que necesito el dinero. Los pronósticos no auguran buen tiempo asi que hoy tengo que aprovechar. Lo cierto también es que debería haber elegido un sitio mas rentable pero me niego a dejar de tocar allá donde me apetezca según el día ya que esa es la mayor ventaja del músico callejero. Mientras acabo el primer tema aparecen Eva y Diana que también se dirigen al concierto. Ellas con algo menos de prisa si que se paran. Se sorprenden de lo grande que esta Boogie y hablo con Eva de él y de Judas, su perro. Continúan su camino y yo continuo mi paseo por mi repertorio.
Pasan 3 o 4 canciones antes de caer la primera moneda. El puente esta mas animado que la otra vez que toque aquí, pasa gente pero no me hacen demasiado caso. El resto de la función pasa sin mucho que destacar. Hay dos o tres momentos en los que la cosa se anima y varias personas se acercan al bote y tras ello de nuevo la calma. Acabo y recojo cuando empieza a chispear. Me parece que aquí se acaba el fin de semana... Al final la recaudación no ha estado tan mal. 10, 65€. Esto no me sacara de pobre pero me ayudara a resistir. Seguir en pie en ocasiones ya es una victoria.
¡Nos vemos en las esquinas!
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