miércoles, 9 de abril de 2014

DÍA 23: 05/ 04/ 2014 Cerdanyola (Biblioteca - San Ramon)

Sábado por la tarde. Ayer no salí a tocar. Me lo tome de descanso y por la noche tuve el placer de asistir al concierto que el gran Dino Ratso dio en el bar Bhuda de Cerdanyola. Dino es un gran artista, de esos que estarían sonando siempre en las radios de un mundo perfecto, pero este mundo dista de ser perfecto. Eso tiene la ventaja de la exclusividad que te hace sentirte un privilegiado por conocer una música que jamas llegara al gran publico pero que te llena muchísimo mas que esas radio-formulas dirigidas a seres huecos.

Bajo pronto a la calle sin un destino definido. Doy vueltas por el pueblo cargado de cosas. Hoy llevo mi caja de percusión casera, las armónicas, la guitara, la silla.... las ruedas del carro chirrían cual alarido de dolor por el peso que ha de aguantar, y espero que aguante. Llego a la plaza de la biblioteca y me sorprende un mercadillo. No es exactamente el mercadillo de antigüedades de siempre y tengo dudas de la temática o hilo conductor entre unas paradas o otras. Monto los cachivaches y empiezo la función. El bote permanece vacío un buen rato. Durante 2 minutos y sin razón aparente caen unas cuantas monedas tras lo cual vuelve la calma. Cae alguna moneda esporádica mas. Muy esporádica.  Finalmente, sin pena ni gloria, recojo y me voy. 5, 06€.


Decidido a mejorar dicha cifra me dirijo a mi calle preferida. Cada vez le tengo mas cariño a la San Ramón. Ojala me sobrara el dinero y pudiera hacerme con una de esas casas viejas que conforman la calle. Soñar es gratis, las casas no. Elijo la esquina del estanco para mi segundo pase. Aunque el flujo monetario no es el de las ocasiones mas triunfales es bastante regular y parece que la cosa va bien. Me animo, improviso y alargo así la actuación. Pasa Xavi por delante mio. Antiguo compañero de escuela, nos conocemos de toda la vida y aunque siempre pasa con prisas dirigiéndose a la pizzería donde trabaja siempre me echa algo, saluda y continua hacia su destino a gran velocidad. Sigo tocando. Aparecen Vania y Miriam. Saludos, risas, foto, pantalones diminutos, alguna moneda, canción dedicada y despedida. Siempre me alegra ver a Miriam y ya que nada ni nadie me espera en casa aprovecho para seguir alargando la actuación. Las monedas dejan de caer pero yo sigo.


 Finalmente, sin mas que rascar, recojo los cacharros y vuelvo al solitario hogar. La cosa ha ido bastante bien y me siento resarcido de la recaudación anterior. 23, 26€. El numero 6 vuelve a hacerse persistente en mis cifras. Quizás deba comprar un numero de lotería con dicho numero pero nunca he creído en mi suerte así que prefiero ser un perdedor con guitarra y disfrutar de los escasos momentos gloriosos que me depare esta misera vida. 



¡¡Nos vemos en las esquinas!!







Foto por Miriam Ovejero 

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