DÍA 14: 23/ 02/ 2014 Sabadell

Escribo estas lineas tarde. A día 27 me dispongo a comentar la jornada del domingo pasado. En los altavoces suena una guitarra inconfundible, única. eterna. La verdadera marca España. El mejor guitarrista del mundo, el maestro tímido y honesto, ya no volverá a interpretarla pero para siempre quedara la magia de sus canciones. Puedes descansar en paz Paco ya que has conseguido transcender y precisamente de eso se trata la música. Rompió mil barreras revolucionando el flamenco a pesar de los mas puristas. Queda la ficticia ilusión de que en algún lugar se haya reencontrado con Camarón y estén volviendo a crear eso que solo ellos podían hacer. Eso que dejo al mundo con la boca abierta. Suena uno de mis temas favoritos con su hermano Pepe al cante y empiezo a escribir. Yo solo quiero caminar como corre la lluvia en el cristal....

Domingo 27, calçots en Sabadell con la familia. Chorizo, panceta, morcilla.... Tras una ingesta considerable me dispongo a aprovechar la tarde. Sabadell no me suele tratar bien pero no tengo tiempo de ir a otro sitio y soy bastante testarudo así que vuelvo a la Rambla. El domingo cortan la calle al trafico, eso me motiva. Dudo entre varias esquinas y al final elijo la que tiene mas sol. Cosa inútil, siempre me pasa lo mismo. El sol se esconde cuando me ve llegar. Cerca tengo a unos vendedores ambulantes con los típicos bolsos y gafas de ultima temporada sobre una manta. Empiezo a tocar.

Segunda canción. Me quedo sin pilas en el amplificador. No he podido comprar y tenía la esperanza de poder apañarme con el arsenal de pilas utilizadas que llevo en la funda de la guitarra pero ninguna funciona. Con la guitarra acústica sin amplificar la pandereta se come casi todo el sonido. Yo continuo con el repertorio sin saber si la gente que pasa a dos metros escuchan la guitarra o solo escuchan a un tío dando golpes con una pandereta y berreando alguna que otra obscenidad fácilmente legible entre lineas. No se si es lo segundo pero pocas veces me he sentido tan ignorado. Algún que otro niño pequeño si que se para y baila. Quizás solo ellos puedan escuchar las frecuencias de mi guitarra. No estoy cómodo y el desanimo me va venciendo con fatales consecuencias para mis interpretaciones. Pienso varias veces en irme pero acabo el repertorio como puedo y en vista de que nadie me hace caso incluso continuo improvisando. Un ensayo mas. Cuando me doy por satisfecho recojo los trastos y un bote muy vacío y marcho hacia el bus. Los vendedores ambulantes se han ido antes que yo, quizás hartos de escucharme. 

Por suerte 4 de las pocas monedas que hay son de 1€. Con la recaudación del día en el bolsillo, 5,92€ llego a la parada y descubro que he perdido el bus. No pasa hasta dentro de una hora. Odio esperar. Lleno de hastío comienzo a caminar. En realidad me gusta caminar. No se porque extraña razón. Vuelvo caminando desde Sabadell a Cerdanyola con la satisfacción de entrar en el pueblo a la vez que el bus que debería haber cogido pero habiendo ahorrado mas de 2€ y una insufrible espera.  Yo solo quiero caminar como camina el río hacia la mar....

¡¡Nos vemos en las esquinas!!

D.E.P.   Paco