Llevo días sin ordenador. De hecho esta entrada y las 3 anteriores se han escrito con una semana de retraso. Hoy he ido a Sabadell. Mario, un chaval con el que nunca he tratado pero con algún amigo en común se ha ofrecido a regalarme un ordenador portátil que no usa. El ser humano suele ser egoísta por naturaleza. Preferimos guardar cosas cogiendo polvo o intentar sacar algún beneficio, el que sea, intentando recuperar algo de lo que nos hemos gastado. La generosidad de Mario me sorprende gratamente. Le llevo un pequeño detalle insignificante para agradecerle el gesto. El ordenador tiene la pantalla rota cosa que no es problema gracias a Miriam. Días después esta vieja amiga me regala una pantalla donde conectar el portátil y hacer posible estas lineas. Gracias a los dos!! El ser humano a veces me sorprende gratamente.

En el segundo tema aparece un hombre que me echa las primeras monedas, me pone la mano en el hombro y me desea suerte. Le doy las gracias y cada uno sigue con lo suyo. La tarde pasa tranquila viendo pasar paraguas arriba y abajo. Según avanza la tarde cada vez pasa menos gente. Hay ratos que toco para la calle vacía. Aun así estoy cómodo. Hay veces que apetecen los días lluviosos. Quizás este me haya jodido la tarde pero no me ha jodido el animo. Estoy mas agusto aquí que en casa calentito y sin hacer nada.
Recojo y me dirijo al bus. Cuento el botín mientras espero. Una espera larga. Casi tren cuartos de hora. En mi bolsillo 8,58€. No es un gran botín pero no esta nada mal dadas las circunstancias. Se acabo el fin de semana mas movido que he tenido desde que empece a tocar en la calle. 5 salidas en 4 días seguidos y mas de 80€ recaudados, un ordenador fruto de la generosidad, un próximo articulo en una revista musical, el interés de algunos desconocidos y unas cuantas anécdotas que contar. Adoro la calle.
¡¡Nos vemos en las esquinas!!
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