DÍA 31: 27/ 04/ 2014 Cerdanyola del Vallès (Puente de las Fontetas)

Domingo por la mañana. No hay descanso en el día del señor. Bajo con idea de repetir en la avenida Cataluña pero esta demasiado desierta y decido bajar hasta la avenida Primavera. Tras sopesar la idea de ponerme cerca de la parada de los taxis acabo cruzando el puente y empiezo a montar. En la zona hay bastante transito así que tendré que darle caña al amplificador. Al otro lado de la avenida, justo enfrente mio, la gente hace cola para comprar churros en la churrería del pueblo. 

Arranco con un blues improvisado nacido de probar la armónica y casi sin darme cuenta ir sumando pandereta y guitarra. Escucho un "¡wuau!" y aparece el chaval del otro día repitiendo eso de "ole tus cojones". Me vuelve a echar unas monedas y se despide amablemente. Para nada parece un chaval que suela escuchar blues, mas bien todo lo contrario y eso es lo que mas me alegra.  Empiezo el temario habitual con 'Amor Verdadero' y un joven gitano que pasea con su mujer me echa unas monedas mientras me hace un gesto como diciendo "lo siento, no tengo mas". Le doy las gracias con una sonrisa que trata de decir "no pasa nada, es mas que suficiente".  Va transcurriendo la mañana y la calle cada vez se vacía mas de personas, no así de coches. Veo aparecer por el puente a mi madre con su pareja. Vienen a saludarme y me invitan a comer. No puedo rechazar la esqueixada de bacalao y el conejo en salsa que me ofrece así que prometo ir en su busca al acabar la función. Pasa un coche de policía que me miran pero como siempre pasan de largo. Me despido de mis familiares y un tema después vuelve a pasar el mismo coche de policía lo que me pone nervioso pero pasan de largo. De momento parece que en Cerdanyola no tengo problemas con las autoridades. 

Finalizo la jornada cantando el 'blues predicador' de Luque a una avenida solitaria mientras puedo incluso escuchar a los patos que por esta época deciden que tras haber volado vete a saber cuantos kilómetros el mejor sitio para descansar es nuestro río-cloaca. Tengo la teoría de que un año pararon por casualidad a beber de nuestro amado Riu Sec y se volvieron adictos. EL extraño croar de nuestras ranas también debe ser fruto de alguna extraña mutación. Recojo y me dirijo a comer con mi familia con 10,13€ en el bolsillo que no tenía cuando desperté esta mañana.

¡¡Nos vemos en las esquinas!!