lunes, 24 de marzo de 2014

DÍA 20: 23/ 03/ 2014 Ripollet

Domingo por la mañana. Algo de viento pero sol en el día del Señor. Cuesta un poco salir de la cama y llego a mi puesto de trabajo algo mas tarde de lo conveniente. Quizás debería haber llegado a las 11 pero ya son las 12, la calle esta en su máximo auge y yo aun no he elegido sitio. Después de un primer paseo por la Rambla San Jordi de Ripollet llego a la plaza del mercado pero no me convence, el espacio demasiado abierto. Sería demasiado difícil escoger un sitio por el que el transito no se escapara por todos lados. La rambla me gusta pero los bancos, cerca de la carretera y mirando hacia la pared de la calle me dejan poco sitio para el publico, sobretodo teniendo en cuenta que al ser domingo la calle esta cortada y la mayoría de personas caminan por la carretera. Vuelvo a bajar un poco la rambla buscando algún sitio que se me haya pasado y lo encuentro. Una casa vieja y tapiada con tres escalones delante perfectos para sentarse. Ya he encontrado mi escenario. Sentado contra la pared tengo en frente todo el ancho de la rambla. Justo lo que buscaba. 

El viernes no pude hacer mucho uso del set nuevo de armónicas y ayer debido a un día tonto con lloviznas intermites preferí tomármelo de descanso así que experimento cambiando de armónica. Algunas veces es un acierto y me sorprendo de las mejoras de algunos temas. Otras, en cambio, no acierto y resulta ser un desastre. Aun así después de finalizar el primer tema me ha caído un euro y desde entonces las monedas van cayendo tímidamente. Hoy como es habitual los niños son los que bailan y disfrutan de mi actuación aunque muchos de los padres tiran de ellos para que no se paren a escucharme pero son los abuelos los que hacen el esfuerzo de doblar la espina dorsal para echarme unas monedas en el bote. Pasa un hombre joven y me echa unas monedas deseándome suerte. Él y otro hombre que me echa unas monedas hacia el final de la canción alegando que llevo un buen rato tocando son los únicos que me echan algo en el bote siendo mayores de 10 años y no habiendo cumplido la cincuentena sobradamente. 

El sol se esconde un poco y una suave brisa me hace tener algo de frío. La calle se ha vaciado y solo pasea algún grupo dirigiéndose a comer a algún bar o a casa de algún familiar. Miro el reloj. Se me ha hecho tarde. Recojo. 17,41€ en una mañana apacible y agradable viendo pasear al gentío ripolletense. Puedo estar satisfecho. Vuelvo a una cifra decente después de los últimos fracasos. Este mes seguirá siendo un mes complicado pero esto ayuda.




¡¡Nos vemos en las esquinas!!





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