Entre el acondicionamiento de mi nuevo hogar y las vacaciones de mi habitual trabajo últimamente no he salido a predicar lo que hubiera deseado. Hoy, tras un agradable día de playa junto a Mónica en la bonita playa de Sitges, me enfundo en mi "uniforme de trabajo" y me dirijo al paseo marítimo a tocar. Todo el paseo esta invadido por tenderetes de distinta índole. Me siento en los bancos de piedra ubicados enfrente y empiezo mi recital.

El reloj se me viene encima y a excepción de alguna escasa moneda la tarde no esta siendo demasiado rentable asi que finalizo una agradable jornada con la brisa del mar pero sin la suerte de mi lado. Emprendemos el viaje de regreso cargando con la cerveza y 4,79€. El día es lo bastante agradable, el ambiente confortable y grata la compañía como para irme a casa mas que contento y como para que la ligereza de mis bolsillos no influyan en mi animo. Posiblemente no vuelva a Sitges hasta el año que viene y eso es lo único que me hace sentir cierto pesar.
¡¡¡Nos vemos en las esquinas!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario