miércoles, 1 de enero de 2014

Presentación, introducción y primeras incursiones

Me dispongo a empezar esta nueva aventura como "blogger" pese a que siempre he sido pésimo para las nuevas tecnológicas. Pido disculpas de antemano ya que las redes no son el sitio donde mejor me muevo. 
Cuando uno se pone a tocar en la calle desde el primer día descubre que le pasaran mil cosas, he podido comprobarlo en mis propias carnes. Es quizás eso lo que lo hace tan emocionante, el no saber que pasara, el no tener el control de la situación, el ser dueño de un publico que no tenia pensado serlo, el someterse a todo ese jurado implacable que pasea por la esquina que tu has decidido conquistar y el juego del gato y el ratón que siempre se ha de mantener con tus dos peores enemigos: la lluvia y la policía.  Todo eso se convierte en una magia que consigue que el objetivo de llenar el bote de propinas pase a un segundo plano.

La mayoría de gente de mi alrededor esta conectada de una manera o otra a la música. En mi pueblo quien mas o quien menos toca algo pero sorprendentemente no suelen verse músicos callejeros por las calles. Tengo la sensación de que la cultura de nuestro país hace que cuando veamos a un músico callejero veamos mas a un mendigo que a un simple músico que trata de cambiar su arte por algunas sonrisas y algún que otro euro. Gran error..... Creo firmemente que todo aquel que ame tocar debería probar ponerse en una esquina y estoy seguro que inmediatamente se convertirá en su escenario preferido. Sobretodo en un momento en el que la industria musical es mas artificial que nunca, en el que las grandes salas abusan de los pequeños músicos que acaban teniendo que pagar por tocar, auto-editarse los discos y pelear contracorriente mientras todos intentan sacar provecho de sus sueños. Es hora de llevar nuestra música a la calle sin pedir permiso. Ser músico callejero es uno de los oficios mas antiguos del mundo, aparecen ya en la Biblia o en los escritos de Shakespeare. Las esquinas son propiedad de buscavidas, prostitutas y buskers!!!
Espero que este diario sirva para motivar a salir a la calle a unos cuantos músicos callejeros y que las diferentes anécdotas entretengan a todo aquel ser aburrido que decida invertir su tiempo en la lectura de este blog.   Prometo que las próximas entradas serán mucho mas breves, me sentía en obligación de poneros en situación.  Para ello os haré un resumen de lo vivido hasta ahora en las esquinas y así en las próximas entradas me limitare a comentar lo destacable de cada jornada.




Empecemos por el principio... no importa mucho mi nombre, ni de donde soy, ni mi edad, esto solo es la historia de un guitarrista mas entre tantos que la primera vez que a utilizado la palabra MÚSICO para definirse a sido acompañada de la única palabra que podía hacerlo posible CALLEJERO.  Pero a fuer de no ser mal educado diré que muchos me conocen como Dani Roto, acabo de cumplir 26 años; soy, vivo y toco en Cerdanyola del Valles y he dedicado mi vida a sobrevivir como cualquier currela de familia humilde y a tocar en grupos desde los 16 años. Mi primer grupo y con el que sigo tocando es ESSKROTO ROTO, grupo con el que he acumulado mas directos en toda clase de salas, bares okupas y lo que nos echen..... tocamos rock basura ( o un punk muy nuestro...) y tenemos un L.P. rondando por ahí. Toco también la batería en FRANK'S BOX (rockabilly salvaje) donde substituyo al batería original y toque también en PERRICOS ESCACHAMBRAOS (rockabilly cachondo), en ALFREDOS (grupo de punk rocanrolero y guitarrero) en algún que otro proyecto mas frustrado y hace un tiempo decidí aventurarme a tocarlo yo todo como One Man Band con THE SICK ROTOBLUES BIGBAND ORQUESTA donde hago temas mas personales basándome en un blues crudo, sucio y muy cañi. Este blog se centrara en las aventuras de SICK ROTOBLUES en la calle. El que quiera saber de los grupos Youtube al canto y demás herramientas del sistema.....


Mis primeras experiencias como busker se remontan al verano de 2013 y, como las primeras experiencias de un amante novato, fueron desastrosas pero agridulces. Con esa sensación de no haber dado pie con bola pero con la seguridad que estas ante algo que te supera, te atrae, te entusiasma y te engancha... El lugar elegido fueron las playas del Maresme. Elegí los peores pueblos, los peores sitios. Sin un temario adecuado para la calle. Tenia unas canciones con las que me siento cómodo tocando en un bar para una docena de borrachos pero no ante una familia en bañador y chancletas. Fue un desastre, la vez que mas saque no llegue a los 5 euros. Aunque mi mayor error seguramente fue el miedo con el que tocaba. Solo unos chavales sospechosamente todos muy rubios se apiadaron de mi y tras alguna moneda se apalancaron a escucharme un poco. Lo mejor que me llevo de esos días aparte del bañito al finalizar la jornada es el rato que pase con un hombre de treinta y pocos con problemas maritales.... llego y me dijo que había pensado coger la bici, una bici de estas plegables en la que iba montado, y irse hasta Cadaques pero que al llegar al final de la playa se había dicho a si mismo ¿donde vas gilipollas? Me invito a un cigarro, se encendió el otro y tiro el paquete vacío. Me dio unas monedillas de bronce alegando no tener mas y me regalo una canción que aun le debo:
-es que tío... siempre tropiezo con la misma piedra
-bueno así somos.... pero al menos así le cogemos cariño a la piedra y ya la conoces - dije yo, por tratar de animarle
-ya tío pero una piedra es una piedra...... tendrías que hacer una canción!  unaaaaa pieeeedraaaa ess.....

Me reí muchísimo y la cosa da para pensar un rato.... algún día le escribiré esa canción.

Después de algún tiempo, algunas reflexiones, de incorporar la armónica y de cambiar el armatoste de caja que suelo utilizar para la percusión con los pies por simplemente las llaves enganchadas con el mosqueton a las botas  decidí probar suerte en mi pueblo. Estuve un rato en un banco en frente de la estación. 3€ en una hora. No me acaba de sentir cómodo pero estaba mas suelto que en la playa. La salida del tren no es buen sitio, sin el margen suficiente la gente sale estresada del tren con ganas de llegar a donde vaya y no les da tiempo ni a asimilar de que estas ahí. Me fui a la Av. Catalunya, una calle bastante céntrinca por donde también pasaban muchos de los pasajeros que se habían bajado del tren pero en un lugar mas abierto, mas cómodo para todos. Se nota en el bote. Ilusionado me fui hacia el centro, a la calle San Ramón, es el casco antiguo ahora es peatonal y es perfecta. En poco mas de una hora el bote mas lleno que nunca y lo mejor de todo, a varios gracias la gente me contestaba gracias a ti. Eso vale mas que cualquier moneda. Desde entonces mi sitio preferido para tocar es ese. Siempre me suele ir bien. Incluso muy bien en días como el del Mercado Medieval, la gente animada por las paradas y el ambiente es muy generosa. 30€ en poco mas de dos horas. Otros días no se saca tanto pero el trato siempre es excelente incluso una tarde una señora baja de su casa en batín, me echa unas monedas (no se cuanto, nunca lo se) y me deja un café con leche ardiendo al lado advirtiéndome de su alta temperatura. Entre soplidos de armónica ya que el tema nunca se debe dejar a medias por nada, con gestos y algún gracias difícil de entender intente agradecer el gesto y la señora muy amable se volvió a su casa diciendo:
- Es que estoy en casa y llevo un rato escuchándote,  con el frió que hace..... me disho voy a bajarle un cafelito que se va a queda' helao'
-grracccias!
- gracias a ti, hijo, gracias a ti

En este tiempo la anécdota mas curiosa me ocurrió en San Cugat tras un no muy buen día en la plaza del Monasterio. Llevaba ya un buen rato tocando y la policía urbana llego a la plaza. Pasaron olímpicamente de mi pero yo me sentía incomodo y decidí acabar el tema e irme. En esas estaba cuando llegan un grupo de chicas sudamericanas me echan unas monedas y se sientan en un banco a escucharme. Debido a que de repente tenia publico decidí hacer un bis y toque un tema mas. La policía seguía por ahí y no quise alargarme mas así que empece a recoger. Una de las chicas se me acerco con un papel doblado azul y me dijo:
- Mira, que te hemos estado escuchando y tu música es un don de Dios. Dios me ha puesto en el corazón que te de esto- yo creyendo que eran 5€ le dije que no hacia falta, que con el suelto era bastante 
- No... Dios me ha puesto en el corazón que te de esto, de verdad- y veo que es un billete de 20€, me quedo sin palabras y le digo gracias cogiendo tímidamente el billete
-Gracias a mi no.... dale gracias a Dios

Me fui a casa con casi 40€. Es curioso que todo lo bueno que tiene el cristianismo solo se suele dar en gente de clases mas bien bajas, ojala esa caridad cristiana llegue algún día al Vaticano.... 

Mis ultimas incursiones han sido aprovechando las fiestas de navidad. La cosa no ha ido como creía, pero eso es la gracia de la calle. El día de noche buena estuve en Sabadell. No pude resistir ponerme al lado de un corte ingles y en Barcelona hay demasiadas normas para mi.... el sitio no era bueno y el pie no me llegaba bien al suelo para golpear con la pandereta que me ato ahora al tobillo y enganchado a la punta de la bota. Posiblemente hice el peor concierto que he hecho. 11€ en una hora. Contento con el bote pero frustrado con mi actuación me fui a la plaza del centro. Paradas, una pista de hielo artificial puesta para estas fiestas, una iglesia preciosa y un banco a mi medida. Entre estas condiciones y las ganas que traía de resarcirme me marque el mejor bolo hasta la fecha. 1,48 € en una hora. La calle es así de incomprensible que le vamos a hacer. Recojo y me voy a cenar con la familia.
El viernes 27 quise hacer triplete y la recaudación fue bastante triste. Por la mañana estuve en los dos mercadillos de mi pueblo. En el primero no me fue mal del todo pero en el segundo me sentí ignorado. Al no llevar una silla me tuve que conformar con un mal sitio y nada fue como debía. No siempre se puede tener un buen día. Por la tarde la cosa al menos fue graciosa. Quise tocar en la puerta del centro comercial Baricentro pero no dure ni media hora. Un guardia de seguridad poco amable me invito a irme e hice lo que un músico callejero nunca debe hacer. Lo ignore, seguí con mi canción a la cual agregue una improvisada letra sobre centros comerciales y agentes de seguridad.... me salio el punki que llevo dentro y no fui del todo respetuoso con los calificativos y en cuestión de minutos estaban alli una pareja de Mossos de Esquadra. No dejaban de tener razón, aunque fuera del edificio, estaba dentro de un recinto privado. La cosa no fue mucho mas allá, después de quedarse con mis datos y algún intercambio de impresiones abandone el lugar deseándole al guardia de seguridad que en su mesa faltaran las gambas por noche vieja....  Tres salidas, un día y ni 20€. No era mi día, no merecía mas.


Hoy es 1 de enero de un nuevo año, después de esta parrafada y prometiendo que no se repetirá os invito a seguir este blog en el que iré compartiendo mis experiencias por si le sirven a alguien inspirado en la idea del ultimo libro que he leído y que recomiendo a todos los interesados en el tema. Diario de un Músico Callejero por Jose Miguel Vilar-Bou. Relata sus experiencias como músico callejero español por Milan y el Norte de Italia. Leyéndolo a menudo me apetecía tener cerca esas plazas de las que hablaba para probar suerte en ellas por eso me he motivado a empezar esto. No he encontrado nada similar que hable de nuestras plazas, de nuestras esquinas. Cuando uno se decide a tocar en la calle tiene que encontrar sus propios sitios pero creo que es interesante tener algunas referencias de la misma forma que creo que es interesante que se haga un poco mas vistoso un mundo que en nuestro país a menudo pasa desapercibido pese a haber una cantidad y calidad de músicos callejeros increíble que no tienen mas profesión que dar un poco de color a las calles. Ojala que ese color deje de concentrarse en las grandes ciudades y llegue a todos los rincones.

Nos vemos en las esquinas!!!






Fotos retocadas por Danny Romero Mas. 












No hay comentarios:

Publicar un comentario