martes, 31 de marzo de 2015

DÍA 92: 28/ 03/ 2015 Cerdanyola del Valles (San Ramón)

 Sábado por la tarde y vuelvo de nuevo a mi amada calle San Ramón. Empiezo a tocar sobre las 19h con la calle bastante animada. Hoy se inaugura la nueva biblioteca del pueblo y van apareciendo grupos de personas que previsiblemente vienen de allí. Entre ellos aparece Josep-Maria acompañado de su familia y hablamos un rato sobre la nueva infraestructura municipal primero y sobre afinaciones abiertas después. Veo pasar también a la amiga de mi hermano y su madre, quienes me ayudaron a deshacerme de una situación embarazosa el fin de semana pasado. Me preguntan que si he tenido mas problemas y, al decirle que no, me cuentan que se dirigen a ver la biblioteca nueva también y se despiden. Veo pasar también a Clemente que me saluda y me echa unas monedas en el bote. Durante la actuación, como es habitual, varias personas se acercan a saludar a Boogie, entre ellas una mujer sudamericana (intuyo que argentina) que acaricia un buen rato al perro y me dice que en América tenía una casa grande con muchos perros para rematar con nostalgia diciéndome "por entonces tenía plata". Y es que a menudo lo que la vida te da la vida te lo quita. Boogie se pone de pie para saludarla y me mueve de la silla haciendo que tenga que dejar de tocar. Cuando la señora se despide recoloco mis trastos y sigo tocando. Durante toda la actuación solo uso afinaciones abiertas, Open D primero y Open G después. Se me gasta la pila y el amplificador empieza a distorsionar un poco pero con las afinaciones abiertas se nota un poco menos y no me disgusta como suena así que no cambio la pila pese a tener una de repuesto. Cuando cambio de una afinación a otra aprovecho para tocar la armónica sin guitarra como he estado haciendo los últimos días. Hacia el final de la actuación aparecen Miriam y Vania que me echan unas monedas y hablamos un rato. Cuando me estoy despidiendo de ellas aparecen Ferran y Deako (perdonar que no recuerde su nombre real). Acabo de tocar a las 21,30h y mientras recojo aparecen Javier y Pablo mientras caen las últimas monedas pese a no estar tocando. Vuelvo a casa con 29,08€ que me ayudaran a sobrevivir hasta que cobre de mi aburrido trabajo en la fábrica. 

¡Nos vemos en las esquinas!

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