Llego a mi día de predicador numero 40 en un fin de semana triste para mi. Mañana, día 25, hace un año que perdí a uno de los mejores amigos que he tenido y tendré. Uno de los seres mas importantes de mi vida, compañero fiel durante 6 intensos años me dejaba victima del cancer con solo 9 años. A pasado un año y tengo un nuevo amigo que me acompaña en esta insulsa vida que nos a tocado vivir pero todo el amor que siento por Boogie jamás hará que olvide ni un ápice el amor que sentía por Farruco ni hará que olvide su grato recuerdo, ni el vacío que dejo al irse. Ayer dediqué el día a comprarme trapos con los que vestirme y armónicas nuevas, esta noche quiero ir a una nueva edición de Kanyapollet y mañana me lo tomare como día de luto así que hoy necesito ganar algo de dinero con el que resistir los gastos que mi sueldo en la fábrica no resiste. Mi primer impulso es lanzarme hacía Salou, algo de lo que hace tiempo tengo ganas, pero el largo trayecto me echa para atras y decido dejarlo para otra ocasión. Quiero llegar puntual al concierto que montan los de Kanyapollet, asociación musical del vecino pueblo de Ripollet. Hace ya unos cuantos meses de la última fiesta que montaron y somos muchos los que esperamos con ganas una nueva sesión de locura Ripolletense.
Me levanto pronto, muy pronto, incluso para mi que suelo ser madrugador. Me visto elegantemente con la ropa que compre ayer. Siempre he sido pésimo para acertar con la talla y la ropa me va enorme. No pasa nada, ya engordaré... Me dirijo a la estación y de camino decido volver a Sitges. Hay muchas playas y me da un poco de rabia repetir pero prefiero dejar las nuevas conquistas para otra ocasión. Tras un agobiante trayecto y dos trenes llego a la ciudad costera. Llego al paseo marítimo y esta vacío. El día no acompaña y se presenta nublado, algo que resultará crítico para mi. Regreso hacía atrás y callejeo por las calles del casco antiguo. Son calles estrechas repletas de gente. La zona es buena pero no doy con un sitio decente donde ponerme. Demasiadas terrazas. También hay demasiadas personas que empujadas por la cruel crisis con la que nos disparan los poderosos yacen sentadas o arrodilladas en el suelo pidiendo una limosna con la que poder sobrevivir y a las cuales me niego a hacerles la competencia. Tras un buen rato dando vueltas finalmente elijo sitio y empiezo. Nada mas empezar me cae una moneda y una chica se pone a hacerme fotos con aparente profesionalidad. Tras dos minutos tocando y sin haberme dado tiempo a acabar la canción aparecen dos guardias urbanos motorizados. Uno de ellos me dice que acabe la actuación y me vaya. Me cuesta un poco entender la frase ya que evidentemente cuando acabo de tocar siempre me voy. Me atraen las esquinas pero no tanto como para hacer noche en ellas. Le pregunto si se refiere a que acabe la canción y me vaya y tras confirmarme que estoy en lo cierto me justifico diciendo que en la playa sus compañeros pasaron por delante mio y no me dijeron nada. El policía me explica que en Sitges esta prohibido tocar en todo el pueblo pero que en la playa hay mas permisividad y que allí estaré mas tranquilo. Se van y mientras acabo la canción una pareja, testigos de la escena con la policía, me echan unas monedas con mirada solidaria. Acabo la canción y me voy hacia la playa de nuevo, como sutilmente me han recomendado. 2, 70€ por una única canción. Si me hubieran dejado acabar hubiera sido un buen sitio y estoy seguro que hubiera echo mas de 20€. Pero no ha sido así.
Llego al paseo marítimo y sigue bastante vacío. Al final de este se haya una iglesia que se eleva sobre el resto del pueblo ubicada inusualmente en primera linea de mar. Tras subir las escaleras que da acceso a la iglesia y a un entresijo de callejuelas y edificaciones antiguas me asomo y contemplo como el mar golpea las rocas salpicando en la barandilla. En las escaleras hay una chica con aires Hippiescos y un africano con sus puestos de venta ambulante adscritos a la economía sumergida. Contemplo la idea de tocar en la puerta de la iglesia pero me parece poco respetuoso romper el silencio que reina y me decanto por las escaleras quedándome en un rellano mas arriba que los vendedores. Durante la actuación irán llegando mas vendedores hasta alcanzar aproximadamente la docena. Tal y como empiezo se me acaba la pila del amplificador. Tendré que apañármelas a pelo el resto del día. El fuerte oleaje me tapa y aunque yo me escucho dudo que mi público lo haga. Pasan grupos de turistas donde predomina el rubio y el azul pero no caen monedas. A ratos la escalera perece el metro en hora punta. En otros momentos, los mayoritarios, toco para mi. Una chica de origen oriental con una cámara que parece valer al menos lo mismo que mi guitarra se pone a hacerme fotos desde todos los ángulos tras recibir mi permiso. Gracias a ella me siento un poco menos ignorado y cuando se va decido rendirme. Llevo mas de una hora tocando y cuando recojo solo me encuentro con 3,62€ en el bote.
Tras comer saboreando el mal día que hace me relajo un rato observando un mar enfurecido por el viento. El mal tiempo no me impide disfrutar de los malos humos inhalados voluntariamente mientras Boogie escarba en la arena. Tras el descanso reanudo la jornada y esta vez me dirijo al paseo marítimo. Me pongo prácticamente en el mismo sitio que la vez anterior que estuve en Sitges pero esta vez me aproximo mas al sitio de paso entre la avenida y el paseo. Pese a ello se me escapa gran parte del público por mi espalda. El día sigue transcurriendo triste y aburrido pese a que de vez en cuando alguien se acerca a premiar mi testarudez. Pasado casi todo el repertorio decido moverme ligeramente del paseo a la avenida ya que con el mal tiempo el paseo cada vez se a vaciado mas y la gente prefiere pasear por la avenida. La anécdota del día la pone, como no, un hombre travestido de forma bastante soez. El resto de su grupo de amigos también van vestidos de forma poco usual pero desconozco si es una despedida de soltero, cualquier otro tipo de celebración o simplemente una fiesta cualquiera que se las ido de las manos. El travestido alcoholizado baila para mi ente risas tras lo que el grupo me abandona echando unas cuantas monedas en el bote. Tras su marcha me dispongo a finiquitar la jornada con el tema nuevo, ya casi redondeado y bautizado como 'Nena (yo soy el diablo)' y con el ya habitual 'Blues Predicador' del maestro Luis Luque. Salvo los muebles con 20,87€. No esta nada mal ya que sin amplificador es mucho mas difícil hacerse notar.
Camino con prisas hacia el tren cuando recibo una llamada de Frodo avisándome de que Dino Ratso empieza su actuación en Kanyapollet. ¡Mierda! Creía que todos los conciertos serian después de las 22h y precisamente Ratso era de las actuaciones que no me quería perder. Me toca correr y rezar porque me esperen para empezar para que me de tiempo a llegar a ver a mi banda hermana Frank's Box, para calmar mi intriga con Frescor Esskrotal y rematar el día con los siempre incandescentes Astropompas.
¡¡¡Nos vemos en las esquinas!!!
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