Llega el último viernes del mes y como cada fin de mes ando haciendo equilibrios en la cuerda floja para no acabar precipitándome al vacío. Llego a las 18,30h a la avenida Cataluña de Sardañola del Vallés y me coloco frente al museo. A pocos metros reposa aparcado un coche de la policía local que desaparece durante la primera canción sin que me de cuenta. Empiezo estrenando afinación abierta en Re con tres canciones nuevas: Insatisfaction, El Gran Lobo Negro y RotoBlues. Me tiro un rato dándole vueltas a los temas nuevos ya que el viernes que viene los estrenaré en directo en el BLUES SUCIO CONTRA EL HAMBRE 3 y aun los tengo extremadamente verdes. La calle esta bastante llena pero yo, debido a la falta de confianza con la que toco y canto los temas nuevos, sueno soso y tímido y eso se nota en el bote. Cambio a afinación abierta en Sol y la cosa parece animarse según recupero la confianza gracias a canciones que tengo mas dominadas. Mientras toco se me acerca una señora que me empieza a preguntar que si no me dicen nada por ir con el perro. Con la desagradable experiencia de la semana pasada en mente le contesto algo borde a lo cual la señora se justifica y finalmente acabamos entendiéndonos. Resulta ser una enamorada de los perros que solo se preocupaba por que las autoridades no me busquen las cosquillas ya que según ha leído hay quien emborracha a los perros para que se estén quietos entre otras barbaridades y han sacado una normativa nueva al respecto. Yo creo que todo esto es un gran lío que se ha formado ella sola ya que es habitual que la gente confunda ordenanzas que sacan en Barcelona ciudad como si fueran leyes autonómicas o nacionales aparte de que toda la información que me da esta cargada de sensacionalismos. Finalmente tras alagar el brillo del pelo y lo bien cuidado que esta mi perro se despide. Pasa un hombre que me echa unas monedas en el bote y Boogie le gruñe primero y le ladra después mientras se aleja haciendo que tenga que parar de tocar para tranquilizarlo extrañado por una actitud nada habitual en él. Entre las anécdotas de la tarde cabe destacar una mujer sudamericana que tras dejar caer una moneda en el bote me invita a conocer a "Jesucristo, nuestro único salvador" mientras yo toco el Blues Predicador de Luis Luque. Parece ser que después de casi un año después de su muerte sus letras siguen provocando tanto como siempre. Casualidades de la vida.... la mujer vuelve a pasar cuando estoy tocando La Serpiente del Pecado y me vuelve a repetir la invitación, cosa que le agradezco aunque he de reconocer que no llegué a acudir a la cita. Aparece un hombre con su hijo que me echan unas monedas en el bote y se disculpa por no poder echarme mas explicándome que esta en paro y que ha perdido su casa. Le digo que no se preocupe y trato de decirle que no me eche nada pero no llego a tiempo así que no puedo hacer mas que desearle suerte. Me sabe mal que se rasque el bolsillo quien no esta en condición de hacerlo. Mientras toco el Blues del Charnego veo de soslayo como un hombre me observa a cierta distancia. A mitad de canción se acerca, me echa unas monedas y me pregunta que si Boogie es un labrador. Tras contestarle que si pero cruzado con dogo argentino me explica que él tiene un labrador y hablamos un momento sobre las peculiaridades de la raza. Antes de todo esto me pregunta que si entiendo el catalán (imagino que debido a la canción que estoy tocando) a lo que le contesto que si y a partir de ahí continuamos la conversación en dicho idioma mediterráneo. Vuelvo a cambiar a Open D (Re Abierto) tras repetir la experiencia de tocar solo la armónica sin guitarra y así aprovechar para usar las manos y recursos que tocándola con el bozal no puedo. Mientras repito las canciones nuevas veo pasar a Jonatán por la otra acera que me saluda con la mano mientras imagino que se dirige a casa tras salir de trabajar. Acabo de tocar con 20,20€ en el bote cuando el reloj de mi teléfono móvil dice que son las 21h. Mientras recojo aparece el hombre al que Boogie le ha estado ladrando antes y vuelven a repetirse los gruñidos. El hombre es un francés que va bastante ebrio, o al menos eso parece indicar el olor a cerveza y la falta de dicción, al que conozco de otras ocasiones y que cuando se acerca y acaricia al perro este le lame pero que cuando me habla el perro le gruñe y se me pone encima. No entiendo porque pero Boogie parece querer protegerme y de ahí los gruñidos y el colocarse encima mio aunque no hay ningún motivo para ello. Cuando acabo de recoger me despido e inicio el camino de vuelta a casa.
¡Nos vemos en las esquinas!
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