Como es habitual en mis salidas matutinas me levanto demasiado tarde y llego a la Rambla San Jordi de Ripollet sobre las 13h. No hay mucha gente, sobretodo comparado con la última vez que vine. Pasa poca gente pero un buen porcentaje de ellos me echa alguna moneda en el bote. Empiezo con afinación abierta tocando con slide y así sigo toda la actuación. Toco durante unos minutos para una niña mientras intuyo la figura de sus padres. Por la posición de mi cabeza para tocar la armónica y porque estoy pendiente de la cría no me doy cuenta que su progenitor es Xavi hasta que se despide y empiezan a irse. Estoy improvisando y le dedico un párrafo a Xavi, quien dirige la parrilla de Cerdanyola Radio y fue técnico de sonido de ese loco programa de radio, Niños Cloaca, en sus inicios cuando tuve el honor de formar parte. Entre los transeúntes tengo el honor de recibir una moneda de uno de los mejores pianistas del panorama actual a quien acompaña una de las mejores voces que he podido escuchar en directo. Ellos son David y Ester, núcleo duro de Wax & Boogie, un grupo que esta pisando fuerte. Finalizo la actuación hacia las 14, 30h. Mientras recojo se me acerca Dani y me propone ir los lunes a un club canábico y participar de una jam sesión acústica. Tengo la invitación en cuenta pero dudo que este lunes pueda ir. Pese a la poca gente que había por la calle camino hacia Sardañola con 18, 70€ en el bolsillo de los que decido gastar una parte en permitirme el lujo de comerme un Kebab.
Tras un Durum, una cerveza y un paseo con Boogie, para que corriera un poco por el descampado y a la vez hacer yo tiempo, vuelvo a la carga. Empiezo demasiado pronto y apenas hay gente paseando por la calle San Ramón. Me tiro casi tres horas de actuación durante las cuales no cambio a la afinación normal, por lo tanto, no toco mi repertorio habitual. Son tres horas de ensayo y de jugar con una afinación a la que le empiezo a coger el gusto. Mientras que toco veo pasar a bastantes conocidos entre ellos Alexis, Xavi (como siempre dejando caer alguna moneda de camino al trabajo) o Álvaro, con quien últimamente coincido cada vez que salgo a tocar. Las pilas no me aguantan y el sonido de mi guitarra cada vez se va distorsionando y apagando mas. Por suerte con esta afinación se disimula un poco mas y solo tengo que intentar utilizar el mínimo posible las cuerdas 5 y 6 que son las que mas distorsionan. La gente se va acercando al bote y eso me hace creer que no suena escandalosamente mal, por ello alargo bastante mi ensayo de cara al público. Hasta que me saturo. Estoy cansado y empiezo a recoger cuando aun queda gente por la calle. Vuelvo a casa con 24,54€ mas en el bolsillo cuando suenan las 20,30h en el campanario de la iglesia.
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