jueves, 5 de junio de 2014

DÍA 42: 01/ 06/ 2014 Ripollet

Ayer consulte en comisaría si realmente en Cerdanyola hay ordenanza municipal que regule la actividad musical en las calles. El guardia urbano que me atendió no supo decirme que norma lo regula ni que sanciones contempla dicha norma. Todo su conocimiento llegaba a saber que no se podía porque se lo habian dicho sus jefes. Ni tocar ni pedir. No entiendo porque una ciudad regula sobre problemas que no tiene. No entiendo que se legisle sobre músicos callejeros o mendigos y no se legisle sobre políticos corruptos y tratos sucios con constructoras. De estos últimos tenemos pero rara vez se ve a un mendigo en Cerdanyola y casi inexistentes son los que como yo tocan en nuestras calles. Tampoco entiendo que daño causa un músico que jamas a recibido una sola queja de vecinos ni de transeúntes y mucho menos entiendo el daño que causa una persona que no teniendo nada estira la mano en busca de solidaridad. Pero por mucho que no lo entienda no puedo jugármela tocando en mi pueblo. Se que la gran mayoría de policías seguirán ignorándome como hasta ahora pero si de casualidad me vuelvo a encontrar con la mosso d'esquadra de ayer también se que me caerá la multa sin derecho a replica y como desconozco el importe de dicha multa no quiero arriesgarme. La semana que entra, cuando este abierto el ayuntamiento, iré a pedir permiso como me ha recomendado el policía local y ya de paso pediré explicaciones. Hoy ya que es domingo y no me apetece irme demasiado lejos opto por Ripollet. Llego a la rambla Sant Jordi a media tarde, elijo una esquina y empiezo. 

El inicio de la actuación es un poco frío. Recibo la primera moneda antes de empezar a tocar tras lo cual pasan dos canciones sin que nadie me haga caso. Poco a poco la calle se va animando y empiezan a caer las monedas. Va cambiando el rol y cada vez parece que funciona mejor.  Los domingos cierran la rambla al trafico rodado convirtiéndola en un paseo peatonal y hay momentos que creo estar en la San Ramon. Niños que bailan o que saludan al perro, señoras que con dificultad se agachan a echarme una moneda....  Algún otro domingo había bajado por la mañana pero aunque había mas tumulto las monedas caían con mucha mas calma. Aparece una chica que tengo vista del faceboock acompañado de un chico ambos con pintas punks o alternativas o no se... tampoco me entusiasma etiquetar a la gente. Me echan unas monedas y se quedan a escuchar un tema entero, cosa que tiene su merito teniendo en cuenta como estiro las canciones en la calle, tras lo cual charlamos un poco y continúan su paseo. También pasa Carla que me saluda con la mano desde la otra acera. El repertorio va llegando al final y el sol empieza a caer cuando aparece Oscar, carismático miembro de Pisando Güevos y Animalitos del Bosque. Intercambiamos unas palabras y se dirige a los famosos locales de ensayo mientra yo me dispongo a finiquitar el día con el siempre oportuno Blues Predicador del maestro Luis Luque. El tema ya a pasado a formar parte de mi repertorio habitual pese a que jamas me ha gustado tocar canciones que no haya compuesto yo, pero Luis bien merece esa excepción. 

Acabo y me pongo a recoger mientras la calle se va vaciando. Es tarde, no tardara en aparecer la policía para volver abrir la calle al trafico y no quiero arriesgarme a perder también la opción de tocar en Ripollet sin tener que estar pendiente de que no aparezcan uniformes. Me voy a casa satisfecho con el jornal. 22,77€, un penique ingles con el rostro de la reina y una peseta de 1953 con la cara del caudillo y la cruz del escudo con el aguilucho.  Mi récord ripolletense. 




¡¡Nos vemos en las esquinas!!

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