DÍA 70: 21/ 12/ 2014 Cerdanyola del Vallès (San Ramón)

Después de unos días de descanso debido a un esguince de muñeca mi poder adquisitivo se desploma y acabo tomando la determinación de volver a asaltar las calles aunque sea a duras penas y con la mano derecha vendada. El vendaje me inmoviliza la muñeca y llega asta la mitad del antebrazo. El mayor inconveniente para tocar es que tengo el pulgar también inmovilizado y tengo que apañarme con los otros cuatro dedos. Normalmente el dedo que mas uso es el pulgar rascando las cuerdas hacia abajo y los otros cuatro los utilizo para arpegiar los acordes pinzando las cuerdas hacia arriba. Al no contar con el pulgar solo puedo pinzar las cuerdas hacía arriba convierto el dedo corazón en mi dedo principal con las limitaciones que ello conlleva. Las limitaciones no tienen por que ser malas. Para un músico de verdad de esos que le echan cientos de horas y que disponen de la paciencia que necesita cualquier tipo de estudio una limitación es una puerta cerrada pero para mi que toco inconscientemente y por inercia es una puerta que se abre. Que algo me obligue a tocar distinto al final me hace llegar a lugares dentro de mi sonido que sin esa limitación no hubiera llegado. 

Llego a la San Ramón después de ver jugar a Boogie y Arya en un parque cercano conocido como el parque de la música acompañado por Rebeca. Me despido de Rebeca y Aria y empiezo mi función. Debido a mi muñeca lesionada hoy no empujo el engorroso carro con el bombo y el resto de cacharros. He bajado con lo mínimo e indispensable. Llevo la guitarra, el bozal y la armónica, la pandereta y mi nuevo amplificador Joe Perry. Joe Perry no es mas que un amplificador vintage enviado desde Sevilla por Hard Blues y que no es mas que un miniampli Orange al que se le suma un subwoofer, todo ello dentro de una caja de madera. Recomiendo echar un ojo al catalogo de Hard Blues ya que tienen cosas difíciles de encontrar a buen precio, como guitarras americanas de hace mas de 40 años. 

Joe Perry me da problemas. Nada mas empezar me quedo sin pilas y empieza a distorsionar cada vez mas. Suena flojo y distorsionado. Pasa Patri y me salva la vida. Tras saludar a Boogie charlamos un poco y le comento lo de la pila. Me pregunta que si he mirado en el bazar oriental y le digo que al ser domingo estará cerrado a lo que me responde que al ser el último domingo antes de Navidad puede que este abierto y se ofrece para ir a mirarlo. Vuelve al cabo de unos minutos con una pila entre las manos que no me deja pagarle. Cuando insisto me dice que me lo tome como mi regalo de navidad y se va.  Al cabo de un momento una chica se me acerca para decirme que una señora me llama desde la ventana. Es la misma ventana y la misma señora que un día ignoré mientras acababa mi función creyendo que pretendía reprenderme por tocar debajo de su domicilio. Ahora me siento como imbécil al comprobar que la señora solo pretendía lanzarme unas monedas ya que es visiblemente demasiado mayor para darse un paseo asta mi bote. Me lanza un euro y medio que le agradezco repetidamente. Vuelvo a mi puesto y continuo con la función de forma algo cómica ya que llevo la pandereta atada al pie izquierdo y a Boogie atado en el pie derecho. Aparece Lola quien se sienta un rato a escucharme tras lo cual se despide y se dirige al encuentro de las amistades con las que ha quedado. La pila vuelve a empezar a fallar. Solo me ha dado media hora de felicidad antes de los problemas. Incluso durante esa media hora no se acaba de oír como debe. Enchufado a la corriente suena mucho mejor y sospecho que subwoofer hace que necesite un plus de energía que la pila de 9 voltios no puede darle. Finalmente me rindo ante los infortunios con 16,03€ en el bote. Mientras recojo aparece Jordi con quien hablo un rato antes de dirigirme hacia el confort de mi hogar. 

¡Nos vemos en las esquinas!

P.D.  En la foto mi amplificador es el de en medio. El de la izquierda esta vendido y el de la derecha que es como una radio esta disponible a día de hoy en Hard Blues.

Para escuchar mi último álbum pincha aqui: Nos vemos en las esquinas